Música y el diseño: La importancia de la portada
La música es un arte con el poder de evocar sentimientos, alterar estados de ánimo y memorias pasadas. Sin embargo, esta convive sola, necesita algo que la complemente, que le brinde un significado extra, aquí es cuando el diseño gráfico hace presencia; en el proceso de creación un álbum es esencial crear una portada que transmita todo lo que el artista quiere contar.
Si bien podemos creer que los discos siempre fueron acompañados de un diseño, la realidad es que existió una época donde su empaque solo consistía de cartón o papel estraza. Pero con el pasar del tiempo, surgió la necesidad de crear productos con una identidad más definida, algo que las caracterice y puedan expresar desde un inicio sus intenciones.
Pongamos de ejemplo el álbum Unknown Pleasures de Joy Division (1979) la imagen creada por el diseñador Peter Saville, nos muestra unos pulsos sucesivos, líneas blancas sobre un fondo negro. Una carátula cuanto menos curiosa e intrigante que parece haber sido trazada con duda y miedo, un reflejo de las canciones que contiene el disco.
Desafortunadamente el diseño ha vuelto a recaer y parece que la norma se vuelca a un estilo fotográfico simple con poses repetitivas y carentes de personalidad, ahora sí que «métanle más diseño» ¿no? Porque sin el diseño la música carecería de una personalidad completa, que, si bien los diversos géneros musicales le pueden aportar una parte, necesitan de este apoyo visual para ser mejor comprendidas.